"Sandez": 1. f. Despropósito, simpleza, necedad.
Se entiende por sandez un dicho o un hecho necio, torpe o poco adecuado, que le falta razón o inteligencia, siendo una palabra que deriva de "sandio" y el sufijo "ez", y que, a su vez, significa "hecho o dicho inoportuno, sin sentido, razón o lógica". En algún diccionario de sinónimos aparecen para esta palabra los siguientes: tontería, majadería, estupidez, idiotez, bobería, despropósito, necedad, simpleza y desatino.
Pues bien, la sandez de la semana se la tenemos que adjudicar a todo un señor con estudios que contesta públicamente con un enorme dogmatismo a un periodista del diario castellano leonés El Español. Nuestro inefable personaje se llama Luis Alberto Calvo, y es, nada más y nada menos, que el Presidente del Consejo General de Veterinarios de España. En la entrevista, publicada el 26 de este mes que ya termina, no deja de hacer política de derechas contra el gobierno español (está en su derecho, faltaba más) y, aunque nunca concreta nada específico, critica la nueva Ley de Protección Animal por populista (según sus palabras), así como la gestión de la pandemia por parte del Gobierno por no haber contado con los veterinarios para la misma. En una contestación dice textualmente: "Es muy difícil -haciendo referencia a si se entiende la necesidad de la nueva Ley de Protección Animal- porque en el momento de que hablas de derechos de los animales ya está perdido porque si hablas de derechos también deben tener obligaciones. Es verdad que la Ley define que derechos son las obligaciones que tienen las personas con los animales. Pero tengo la impresión que es la traducción de normativas que hay en otros países más avanzados que nosotros en ese tema y hablan de seres sensibles y sintientes". Es un párrafo para analizar. ¿Tiene este señor algún problema en reconocer que los animales son seres sensibles y sintientes?, ¿o es que no lo son, acaso, en su opinión?, ¿no sienten dolor físico y/o emocional como nosotros? ¿Y existe, además, algún problema por ponernos a la altura de países más avanzados que nosotros en esta materia? Si la Ley define que los derechos de los animales son nuestras obligaciones con ellos ... entonces ¿a qué viene esa apreciación de que no les podemos dar derechos porque no tienen obligaciones? Habla de que "Hay que hacerla -la Ley- más sencilla, menos prohibicionista, menos agresiva y populista". Populista dice el hombre; solo le ha faltado decir que se la han comprado a Venezuela.
En fin, buena parte de las respuestas en la entrevista tienen el mismo enfoque dogmático, y sobre la gestión de la pandemia sigue en la misma tónica, dolido porque no se ha contado con ellos para gestionarla: "No hay nada. ¿Qué fue lo más fácil? Todo el mundo a casa. Lo que había que haber hecho era empezar a hacer analíticas desde el primer momento para descubrir a los que tenían la enfermedad. Pero lo que hubo fue un desorden absoluto". Con lo sencillo que era solucionar una pandemia mundial, ¿no?, y lo complicado que lo hizo nuestro Gobierno. Si bastaba sencillamente con haber hecho una analítica a más de cuarenta millones de personas. Muy inteligente, sobre todo teniendo en cuenta lo responsables que son el total de esos cuarenta millones de personas, que habría que haber hecho las analíticas en muy pocos días para evitar la propagación de la enfermedad durante el plazo de tiempo en el que se tomaban y analizaban esas analíticas, y que sabíamos, además, mucho de la enfermedad y de su transmisión. Lo verdaderamente raro es que no optaran por "su solución" ningún otro país del mundo, ¿no?. Sí señor, ¡chapeau!, se ha lucido el Sr. Don Luis Calvo.
Pero me ramifico muuuucho y me distraigo, perdón. No era por estas frases u otras similares por las que escribo sobre este personaje. Es por lo que responde sobre la nueva protección del lobo ibérico (Canis lupus signatus) cuando el periodista le pide su opinión al respecto. Su respuesta es la siguiente:
"Nosotros queremos proteger al lobo, pero nos interesa más la protección de las personas. El lobo puede convivir con las personas, pero cada uno en su sitio. El problema es si el lobo prolifera y se mete en el entorno urbano y agrede a otros animales o personas. Que a nadie se le olvide que el lobo es un animal precioso, pero si tiene hambre se puede comer a un niño. Hay que cuidar al lobo en su hábitat".
Además, cuando le pregunta sobre si piensa que corre peligro la especie, sentencia: "Ninguno. Hay que tenerlo controlado durante el año y que haya equipos y sepan donde están."
¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Cómo es posible decir semejante número de sandeces en poco más de un párrafo; que le den un premio a este señor!!! La primera frase demagoga es la misma que dirían los que NO quieren protegerlo. La segunda la que siempre está en boca de los amantes del gatillo y que constantemente piden su eliminación. La tercera, además de los anteriores colectivos, es la necedaz que oiríamos en labios de un verdadero ignorante de la biología y comportamiento animal. La cuarta barbaridad es la que escucharíamos de boca de un provocador de fake news, eso sí, consciente del mal que está provocando para la especie y para la resolución del conflicto social que lo rodea. La quinta simpleza la diría aquel que lo quiere muy lejos de la sociedad humana, poco menos que apartados como apestosos en el Ártico, puesto que el resto de ecosistemas del holártico están ocupados por nosotros. Y la última la diría quien, en su fuero interno, reconoce que el control a tiro limpio es su modo de conservar al cánido, pero públicamente no lo quiere admitir.
Siento decirlo, pero este señor ha demostrado ser un analfabeto integral sobre la especie, y el dogmatismo con que sentencia sus frases las vuelve peligrosas. ¿Cómo es posible que aún siga habiendo gente que diga que los lobos van a acabar comiéndose a un niño? ¿Es así como pretende que convivamos con la especie, metiendo cizaña y miedos infundados? ¿Y cuál es, entonces, el sitio del lobo y cuál el nuestro, según él? porque uno de los dos, entonces, parece que debería irse a vivir a un zoo y no salir de allí, dado que parece ser la única convivencia posible según sus conocimientos. ¿No propugna la ONE HEALTH mundial como un concepto promovido por los propios veterinarios?, pues si es así, no se entiende que la salud humana, animal y medioambiental sea una, y a la vez abogue porque el lobo no merezca la protección que se le ha otorgado en base -que no lo olvide este señor- a la opinión de un comité científico (o a lo peor es que, quizás, se trate también de un comité de científicos del gobierno venezolano).
Lo siento, pero hoy estoy muy enfadado para pensar en fotos. Aún así os voy a dejar una de este pequeño lobato al que ya habéis podido ver en otras entradas de este blog; seguro que todos comprenderemos que se trata de un animal "sensible y sintiente", sobre todo si le meten una bala en el costado. Un saludo a todos.