Pues no, señores, como veis no mentía en Mi pared cuando ya
advertía que los remansos se tapizaban de blanco: estos días de primavera nieva
algodón en mis riberas. Son copos aterciopelados que sobre mi mundo se mecen
flotando en la brisa cálida, para
al final caer sobre el agua, que los arrastra hasta la aceña formando balsas de
espuma blanca.
Son témpanos a la deriva de escarcha blanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario