Lo insólito de lo cotidiano y de lo vulgar, de lo sencillo y de lo pequeño. Lo sorprendente de lo cercano y de lo ordinario, de lo conocido y de lo corriente. La belleza del detalle, de lo que no vemos porque no miramos, de lo que no apreciamos porque no nos detenemos. Pequeñas agujas que defienden el interior y su tesoro, el simple envoltorio de una semilla, de un fruto, de la regeneración, del futuro. De la perpetuación de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario