29 de diciembre de 2013

Nómadas del Gran Norte ...

... en las dehesas charras. Aunque no en el número en que se concentran en otros puntos de la geografía peninsular, en las dehesas de Salamanca también podemos disfrutar del encuentro anual con grandes bandos de grullas que vienen a pasar el invierno por nuestras latitudes. La algarabía inconfundible de su trompeteo anuncia anticipadamente al gran bando volando en formación, cambiando a un nuevo campo donde alimentarse de bellotas y brotes tiernos o, al caer la tarde, en dirección a sus dormideros en las orillas del embalse. El encuentro anual con estás incansables viajeras de tamaño ligeramente superior al de nuestras cigüeñas blancas, representa una cita ineludible durante los meses más fríos del año para cualquier amante de la naturaleza en los encinares peninsulares. Ya estamos deseando tener un hueco para intentar tenerlas un poco más cerca desde nuestro hide. Crucemos los dedos, pues, y si nuestros deseos se cumplen os mostraremos el resultado en estas páginas virtuales. Entre tanto, nos conformaremos con el sonido reciente de sus trompeteos en nuestras sienes -grabados de ayer mismo a estas mismas horas-, esas voces que llegan a nuestras latitudes con el frío y que nos traen cada invierno el sabor del Gran Norte.







3 comentarios:

  1. Bonitas palabras y preciosas fotografías, Chuchi.
    ¡Qué no perdamos el Norte!
    ¡Feliz 2014!

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  2. Ana, Lillo, lo mismo os deseo a vosotros y al resto de los mortales "de bien", feliz año 2014. Que tengamos muchas horas de campo, de viajes, de conversación con los amigos, de cariño y muchas, muchas fotos.

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