23 de junio de 2021

Los pechiazules de mis sierras

Una temporada más me vuelvo a acercar a los piornales de las sierras del centro peninsular para observar y fotografiar -por ese orden- a uno de los grandes clásicos de la fauna alada de estos ecosistemas alpinos. En mi anterior entrada se presentaron cuatro de esos pequeños pájarillos que medran en estos ambientes, pero quedaba pendiente el que suele ser el centro de atención de muchos ornitólogos locales (y otros tantos que se desplazan desde mucha distancia para poder observarlos). Se trata del pechiazul (Luscinia svecica). Esta preciosa ave no representa un gran reto fotográfico siempre que esté presente en tu zona de trabajo, como sí puede suponer la fotografía de las enormes avutardas, por ejemplo, pero aún así es una cita que esperamos con ansia cada temporada. Varias subidas a la montaña harán que nuestra ansiedad, tensión arterial y frecuencia cardíaca disminuyan y tengamos la sensación de que hemos aprovechado el tiempo, de que estamos en paz con nosotros mismos. Encontrarnos un año más con el pechi siempre será un placer y un acto de fidelidad, tanto con él como con nuestra pasión por la naturaleza y la fotografía. No quiero ser injusto con otros animales, pero al final me doy cuenta que todos tenemos nuestras especies recurrentes, a cuyos encuentros procuramos no faltar nunca, salvo que alguna pandemia nos confine en el interior de nuestras madrigueras. Son citas fijas un año tras otro. Las cabras monteses durante el celo, las grullas que vienen del Gran Norte, las grandes carroñadas y el encuentro alguna vez al año con nuestras necrófagas, que si la abubilla (este año no ha podido ser), que si las avutardas, .... en esa lista entran para mí, como un icono, los pechis.

Bueno, os dejo este puñadito de fotos de nuestro hermoso pechiazul que ya se ha vuelto un imprescindible para mí cada temporada.  









2 comentarios: