Hacía años que en todas mis salidas a Gredos no perdía la ocasión de identificar a todos los grandes planeadores que volaban por encima. Aunque fuera atento al suelo buscando indicios de mamíferos, o estuviera acompañando a los grupos de cabras monteses que se mueven por sus laderas con el fin de hacerles algunas fotografías, siempre miraba de reojo hacia arriba, por si tocaba la flauta. El fin de semana pasado sonó por fin.
Revisando un gran bando de buitres leonados (Gyps fulvus) y alguno negro (Aegypius monachus) que volaba sobre un collado cualquiera, y mientras algunos de ellos permanecían posados en una pradera, un bicho negro que en algún instante pareció tener la cola más larga de lo habitual nos llamó la atención. Lo seguimos con los prismáticos durante unos momentos sin poderlo identificar. Era muy oscuro y se confundía con el piornal en sombra sobre el que sobrevolaba; la pobre luz ambiente que provocaban las densas nubes de tormenta que nos estaban amenazando no ayudaba en absoluto. No me lo podía creer. Menciono casi con miedo un "parece un quebranta". Atentos a sus evoluciones, pasan unos pocos minutos de intriga, mientras nos da la sensación de que ... "vuela diferente al resto de buitres". Finalmente se recorta unos instantes contra las nubes y aquella silueta definitivamente disipó cualquier duda sobre la identidad de la rapaz. Se trataba de un juvenil de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).
Tras no perderlo de vista durante un rato más, y mientras lo estamos siguiendo con los prismáticos, por el rabillo del ojo veo que se cruza otra mancha oscura por el campo visual que resulta ser un segundo ejemplar de quebrantahuesos. ¡¡Dos quebrantas nos regalan durante media hora la sorpresa del día!! Es la primera vez que vemos esta especie que estuvo a finales del siglo XX a punto de extinguirse en nuestro país, aquí, en Gredos, en nuestra casa. Hoy, aunque su estado de conservación sigue siendo preocupante, la población se ha multiplicado después de años de esfuerzos humanos y económicos, en los que han colaborado numerosas instituciones y algunas empresas privadas, lo que aporta un rayo de esperanza.
Dos fechas quedarán marcadas en la historia del regreso del quebrantahuesos a las gargantas de Gredos. La primera será el 17 de mayo de 2022 cuando dos pollos de esta especie son trasladados desde el valle de Ordesa, donde han sido cuidados con mimo en unas instalaciones especiales desde su estado embrionario en el huevo. Ese 17 de mayo Galana -una hembra- y Risco -un macho- serán por fin los primeros ocupantes de los jaulones que conforman el hacking desde el que se adaptarán al entorno del lugar. La segunda fecha histórica, y si cabe más relevante, será el 16 de junio cuando las puertas de esas jaulas que han hecho las veces de nido en las alturas se abrieron definitivamente, dejando libres a estos dos exploradores de los vientos.
¿Serán estos dos ejemplares los que pudimos ver en aquel collado hace apenas unos días? Probablemente sí lo eran, aunque la distancia y la pésima luz que nos envolvía por aquellas nubes plomizas no nos permitieron distinguir ninguna marca alar de las que ahora identifican a los dos animales liberados, como si de su carnet de identidad se tratara. Damos la espalda a la cabezacera de la garganta y ponemos demasiado pronto rumbo al coche. La satisfacción de haber visto por fin nuestros primeros quebrantahuesos de la sierra de Gredos compensará el cansancio de la jornada y la rabia de no haber podido llegar hasta donde hubiéramos deseado por la amenaza de tormenta cuando ya habíamos superado casi todo el desnivel. La satisfacción ... y la emoción. No en vano el quebrantahuesos es una especie fetiche para mí, a la que he dedicado varios viajes exclusivos a Pirineos y de la que he disfrutado incluso en el Himalaya.
Hoy la biodiversidad de estas sierras es un poco más completa; estamos ya muy cerca de recuperar otra pieza perdida del puzzle. Con la llegada del lobo hace unos años, y el reciente desembarco del quebranta, Gredos es hoy un poco más Gredos.
NOTA: Ninguna de las imágenes de quebrantahuesos que acompañan a esta entrada corresponde con los ejemplares vistos en Gredos, siendo fotografías realizadas en los Pirineos de ejemplares con un plumaje similar al observado en la sierra abulense.
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