Yo, que tengo el corazón arriba, en el monte, entre bosques y riscos, procuro bajar de cuando en cuando a la costa. Allí busco con la mirada a Alfonsina, preguntándome si encontró finalmente los poemas nuevos que buscaba, entre el rumor de las olas y el olor a sal. Mis ojos se clavan hipnotizados en el ir y venir de la espuma blanca y escucho la respiración del mar, ese ser misterioso del que lo desconozco todo y que tanto respeto me provoca. La respiración de un planeta de profundo color azul.
Canon EOS 7D. Objetivo EF 24-70 / 2.8 L USM, a 48 mm. Trípode Manfrotto 190 Pro, con rótula de bola Gitzo G1278M.
En Manual, a f/8 - 1/25 sg. 100 ISO
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