Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

14 de diciembre de 2018

Tic-tac, tic-tac, ...

Otro más. Y van cayendo los años y nosotros nos vamos haciendo un poco más viejos. Este diario, señores, cumple hoy uno nuevo, su séptimo cumpleaños. En este mundo virtual en el que los blogs han quedado obsoletos ante la inmediatez efímera y fugaz, olvidadiza y muchas veces incluso irreflexiva de otras redes sociales de bastantes menos caracteres, Cuaderno de un Nómada se obstina en seguir cumpliendo onomásticas, sin más pretensiones que seguir intentando transmitir historias, sensaciones y a veces hasta sentimientos positivos respecto del mundo que nos rodea. Espero sinceramente conseguirlo de vez en cuando.

Como en todos los catorce de diciembre anteriores, en esta ocasión también os dejo doce imágenes para celebrar los meses del año transcurrido; doce fotografías que en esta ocasión nos sirven de disculpa para recordar nuestra cita anual con el celo de las cabras monteses (Capra pyrenaica). Corresponden a la primera de las dos únicas jornadas que en esta oportunidad les he podido dedicar. Día frío y hosco como lo es la alta montaña invernal, con la ligera nevada nocturna que imprimió a las primeras horas de la mañana ese carácter riguroso, a la par que atractivo.

Un día más cargado de sensaciones. Un año más repleto de historias.













2 comentarios:

  1. Preciosas todas. Felicidades y a por el siguiente.

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    1. Eres muy indulgente con mis fotos, Teresa. Yo diría que son fotos "correctas", pero te lo agradezco sinceramente. Un beso.

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