Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

28 de julio de 2024

Patiamarilla

Para los que somos de tierra adentro y más montunos que los brezos, la identificación de las gaviotas es un enorme maremagnum (del latín mare y magnum, cuyo significado literal es "mar grande") de plumajes en función de las edades de los individuos, lo que nos dificulta la identificación de las numerosas especies existentes, y que se complica aún más cuando atendemos a la existencia de subespecies. Es decir, un enorme mar en el que fácilmente podemos naufragar la mayoría de nosotros, un completo galimatías.


En esta imagen vemos una gaviota hoy conocida como patiamarilla, pero que no hace tantos años era considerada como una subespecie más de la clásica gaviota argéntea, de la que se puede diferencia por pequeñas características. Visualmente lo más sencillo será fijarnos en el color de sus patas -amarillo en esta especie y rosadas en la argéntea-, así como en la mancha roja del pico, de mayor tamaño en la patiamarilla. Por si fuera poco, y como si quisiera alguien complicarnos más aún las cosas, de esta especie se describen tres subespecies distintas, a saber: la nominal L. m. michahellis en la cuenca mediterránea, L. m. atlantis en la fachada atlátida de la península ibérica, y L. m. lusitanicus en la costa cantábrica, grosso modo. Atendiendo a su área de distribución esta gaviota que pudimos fotografiar en junio debería corresponder a Larus michahellis atlantis, dado que la imagen está tomada en la misma Costa Vicentina donde realizamos el reportaje de la entrada anterior sobre la colonia de cigüeñas blancas que anidan en los acantilados costeros.

Desde luego, siempre que veo de cerca alguna de estas aves marinas, en especial cuando presentan el plumaje ya definitivo, no puedo por menos de fijarme en su innegable belleza, con ese anillo ocular y ese pico tan llamativos. Se trata de una criatura realmente hermosa e interesante, a partes iguales, con un comportamiento decidido y valiente que no nos dejará nunca indiferentes. Muy adaptable como especie, tanto en lo que respecta a los requerimientos tróficos como a los hábitats que escoge para vivir, la veremos a menudo muy ligada a las actividades humanas, en tanto que muchos de sus recursos alimenticios los encuentra en los basureros de nuestras poblaciones o en los descartes que la actividad pesquera genera.

En definitiva, unas aves, las gaviotas, siempre atractivas por su estilo de vida y su interesante comportamiento, además de por su propia belleza. 

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