Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

6 de julio de 2014

3 de julio de 2014

Piratas negros

¡Cómo me han gustado siempre los córvidos! Desde que tengo recuerdos bicheros, siempre he tenido una cierta debilidad por todos y cada uno de los miembros de la familia Corvidae. Su inteligencia y flexibilidad ecológica les ha permitido prosperar con igual éxito en ambientes tanto silvestres como humanizados. De unas especies siempre fue su belleza lo que llamaba mi atención (y sigue haciéndolo), como en los casos del arrendajo y el rabilargo. En otras era y es el poderío incontestable que enseñorean en ambientes agrestes de nuestras cordilleras montañosas, como sucede con el cuervo (Corvus Corax). En otras ha sido su gracilidad y acrobacias aéreas, como en el caso de ambas especies de chovas (Pyrrhocorax sp), allí en los ambientes más alpinos de nuestras montañas.

En el caso de la grajilla (Corvus monedula) lo que siempre imantó mi curiosidad fueron esos ojos casi blancos que resaltan sobre su monótono plumaje negro. Residentes habituales en monumentos y farallones rocosos generalmente ligados a ambientes agrícolas y urbanos, sus animados reclamos anticipan la presencia de este oportunista gregario y sedentario. Inteligentes como el resto de los córvidos, me puedo pasar largos ratos observando sus idas y venidas, bulliciosas e inquietas.




28 de junio de 2014

Pintura de guerra

Su mirada se nos clava como un puñal y nos observa cuando pasamos a su lado, como si fuéramos sombras negras, indiferentes, sumergidos en nuestros pensamientos y en nuestros propios mundos. Permanece quieta, inmóvil, observando a una sociedad construida demasiadas veces con violencia. La violencia ejercida sobre los más débiles y consentida tantas veces por el conjunto de esa comunidad que mira para otro lado y que piensa que lo que ocurre de puertas para adentro no es asunto suyo. Violencia silenciosa, oculta, desapercibida para el que no quiere ver. Hay que ponerse pintura de guerra y declarar la intolerancia total, rotunda, absoluta, al abuso y a la violencia física y sicológica sobre los más vulnerables. Tolerancia cero también con la indiferencia y la indolencia de esa sociedad que mira para otro lado.



25 de junio de 2014

Fachadas

Segunda parte dedicada al barrio del Oeste, en donde gentes y miradas nos observan desde sus paredes; en donde personajes extraños y tribus de hombrecillos negros camuflan ventanas y puertas; allí donde crecen bosques en blanco y negro, con ramas que se retuercen como en una pesadilla soñada.






 



23 de junio de 2014

Garajes

El barrio se mueve. El Oeste rezuma vida, cotidiana, diaria, rutinaria y de barrio. Sí, vida de barrio, de ese barrio y de esa vida que algunos añoran en sus chalets, en sus urbanizaciones y en los recuerdos de sus infancias. Grafiteros, artistas, propietarios de fachadas, de garajes, comunidades de vecinos, todos se mueven y dinamizan un barrio inquieto y vivo. Universos personales se plasman con sprays de colores, particulares, introspectivos, creativos. Las conversaciones y los pareceres giran alrededor del arte urbano que invade sus calles, del arte callejero. A veces arte con mayúsculas, sobresaliente. Opiniones contradictorias a veces. Las vecinas charlan en las aceras, con las bolsas de la compra en la mano. Los paisanos en el bar de toda la vida. Los taxistas en su parada. Arte para todos los gustos. Arte para todos, finalmente.

Como un arrebato contra la homogeneidad, el barrio del Oeste grita a través de los colores que él es como es, diferente a los demás en su similitud. Sus gentes así lo han decidido, y para probarlo, aquí una primera muestra. Habrá más, de momento os dejo con una pequeña selección de algunos de sus garajes. Disfrutarla.