Hoy me he levantado huraño, hosco y malhumorado, con el ceño fruncido. Todo a mi alrededor lo veo triste y taciturno, dominado por el desencanto, la frustración y el desaliento. Los adjetivos negativos se amontonan en mi frente y luchan como posesos por salir a borbotones como puñales por mis pupilas a quien tenga delante. Amargura, fracaso, desconcierto y desengaño. Mi cabeza perturbada busca justificar el caos que la domina.
Hoy me asaltan las dudas, la vacilación y el titubeo. El pesimismo. Hoy es todo oscuro, sucio y viejo. Y yo estoy en medio de este naufragio.
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