Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

19 de diciembre de 2023

Luces boreales

Chispea algo, y los plomizos nubarrones que lo cubren todo no auguran un resto de tarde soleada y luminosa. Pero a saber, en el Norte (sí, con mayúsculas) las luces y los cielos cambian inesperadamente en cuestión de minutos. Literalmente.


El fiordo se encuentra ahora envuelto en una penumbra dura y hostil, fruto del contraluz y de ese cielo encapotado y plomizo que lo amenaza todo, al tiempo que dos claros entre las nubes parecen luchar contra las fuerzas de la borrasca; por uno de ellos asoma un retazo de azul, mientras que por el otro lo hacen unos rayos de sol que iluminan las montañas más lejanas. Todo el paisaje se envuelve con esas luces mágicas con las que cualquiera de nosotros sueña encontrarse en cada salida fotográfica, limpias y cristalinas. Las luces boreales son agradecidas, señores, se portan bien con el fotógrafo y nos regalarán a menudo momentos para el recuerdo, lo que es, sin duda alguna, infinitamente más importante que hacerlo para el disco duro, pues cada recuerdo del pasado pasará a ser una pequeña porción fundamental de nosotros mismos en el futuro. Nos construimos recuerdo a recuerdo pues somos la suma de lo vivido.



4 comentarios:

  1. Bonitas fotos. También te deseo una Feliz Navidad con mucha salud. Besos.

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  2. Gracias a ti también Teresa, que tengas también unas felices fiestas y una mejor entrada de año. Saludos.

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  3. Respuestas
    1. Lo sé, pero te contesté porque SÍ aparece en el panel de trabajo del blog, por ello sabía que lo habías escrito. Misterios de la informática. Allí sigue estando y lo puedo leer en la interfaz de la administración blog. No te preocupes, no había pasado nunca y espero que no vuelva a pasar. Gracias por tu fidelidad a este modesto blog, un tipo medio de comunicación que hoy en día está en desuso, en detrimento de otras plataformas en las que dedicar tiempo a leer no es moderno. En fin, los tiempos avanzan y algunos nos quedamos atrapados en la prehistoria tecnológica. Un saludo, Teresa.

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