Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

17 de mayo de 2012

El arpón (Ixobrychus minutus)

Llevo más de una hora en el interior del hide cuando, para mi sorpresa, descubro delante de mí a una hembra de avetorillo (Ixobrychus minutus) que no sé ni cómo ha llegado al lugar, ni desde cuándo está ahí quieta. Llevo planeando la fotografía de esta especie desde hace unas semanas, pero no imaginaba que se me presentara tan pronto: esta es sólo mi segunda sesión de hide. ¿Pero cómo diablos ha llegado hasta ahí sin que la viera?. Probablemente abriéndose paso entre las cañas desde el otro lateral del brazo de vegetación que tengo delante de mí. Bueno, no importa, el caso es que ahí la tengo por fin, todo mimetismo, tensión muscular, una mirada que hipnotiza y atraviesa y un arpón que no perdona, a tan sólo trece metros de distancia. Se mueve pausadamente y permanece inmóvil mucho tiempo a la espera de que sus presas se pongan a tiro de pico. Así pues, no hay prisa, haz las cosas despacio y con calma; pensando; si tienes suerte quizás se pase buena parte de la tarde posando para ti.

Mientras la inmortalizo repetidas veces, ella se mueve sigilosamente entre las cañas de enea con la mirada fija en algún pececillo que, por fortuna para él, no llega a ponerse a la distancia adecuada. Pero para mi disgusto, no tarda mucho en cansarse del lugar. Veinte intensos minutos después de aparecer en escena trepa por las espadañas hasta lo alto de las mismas, se mantiene allí un poco más y levanta el vuelo en busca de otro lugar diferente. Apenas me ofrece tiempo para un pequeño puñado de fotos de este último momento, cuando el cuerpecillo de la más pequeña de las garzas españolas sobresale limpiamente de entre la vegetación.

Después de haberla tenido tan cerca, sin duda me quedo con su mirada.
Canon EOS 7D. Objetivo EF 500 mm / 4 L IS USM. Teleconvertidor 1,4x III. Trípode Manfrotto 055 NAT y rótula Tripo DG3. Prioridad a la Velocidad, F/8 - 1/400 sg. 100 ISO. Imagen sin recorte, ni reencuadre. 

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