Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

5 de agosto de 2015

El hueco que dejas en mi almohada




Se tamiza la luz de la mañana por entre las rendijas de las lamas de mi persiana, invadiendo mansamente los recovecos de un dormitorio mudo y ocioso. Termina así una noche más. Termino así otra vigilia más.

Se desvanecen las sombras y la penumbra de nuevo, y la claridad me alcanza insomne y sola, derrotada en la cama, abrazada al hueco que dejaste en mi almohada, aferrada al recuerdo de los caminos sinuosos que dibujaron las yemas de tus dedos, al de tu respiración en mi espalda, al de tu olor en mi cama.

Me invade amarga tu ausencia, que a dentelladas crueles me muerde el sueño y me desvela. Y abrazada a tu recuerdo, vacía y aturdida, veo la luz tamizada de otra mañana por entre las rendijas de las lamas de mi persiana.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Son estas obras de arte urbano, los grafitis, los que hablan solos, yo simplemente intento leer lo que nos cuentan.

      Un beso.

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    2. Buena lectura.
      Sensibilidad a flor de piel

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    3. Gracias artista, aprecio sinceramente tus palabras. Un abrazo.

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