Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

11 de noviembre de 2012

Lucha de castas

Dentro de tres días estamos todos convocados a manifestar nuestro descontento con la situación actual que atraviesa el modelo de sociedad capitalista, en el llamado primer mundo. La mayoría de los ciudadanos la sufrimos directamente en mayor o menor medida, porque existe quien se frota las manos y se enriquece mientras la sociedad se empobrece y, lo que es peor aún, pierde derechos y conquistas sociales que tardó mucho tiempo en alcanzar. En esta sociedad existen dos castas. La de los que tienen poder, dinero y privilegios, y la de los que no los tienen. Se reduce la clase media y aumentan las clases más desfavorecidas. Los responsables directos son los políticos que gobiernan y que nos han gobernado, y que han permitido y fomentado la corrupción de un sistema político viciado y sin regulación, ni control. Ellos que se han encargado de blindarse ante los tribunales, de adjudicarse privilegios que no tiene ningún otro ciudadano y de despilfarrar los recursos de toda la sociedad. Los aeropuertos que no tienen vuelos, las estaciones de Ave en mitad de la nada o las autopistas paralelas a autovías son solo ejemplos de la responsabilidad que pesa sobre ellos, pero por la que nunca pagan. Son ejemplo simples de la corrupción que campea en la vida política de este país de traca, en cada comunidad autónoma, provincia o ayuntamiento. Ellos son los verdaderos culpables, la casta política. Los enemigos de lo público. Los amigos de sus amigos. Ellos, que financian bancos con nuestro dinero, bancos que luego desahucian familias. Ellos, que desmontan el estado del bienestar, que privatizan la sociedad y atacan el modelo educativo público. Ellos, que protegen a los poderosos mientras se llenan la boca con aquello de que "todos debemos arrimar el hombro", aunque sus privilegios siguen sin eliminarse.



¿Hasta cuándo hemos de ser testigos de su inmunidad? La sociedad espera ver que ellos se responsabilizan con su patrimonio, o con su libertad ante los tribunales por la mala gestión que hacen en sus cargos. "Nunca Mais" el derecho de pernada, puesto que es lo que están haciendo con nosotros. La huelga y manifestación de este miércoles es un grito ciudadano contra los privilegios de la casta política y económica de este país, que son la esencia de la verdadera crisis. De la crisis real, la crisis de los valores éticos y morales de los que gobiernan, o mejor dicho aún, la ausencia de valores de esa casta social que son los políticos.





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