Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.

27 de noviembre de 2013

El árbol de piedra

A lo largo de la historia de la humanidad, la vanidad humana nos ha regalado colosales maravillas ciclópeas fruto de la mentalidad ostentosa de algunos sectores sociales. Personajes que se regocijaban en la propia grandiosidad de su obra y en la comparación con la de los demás y su superación. Petulantes, pretenciosos y fatuos, nos legaron edificios monumentales (o monumentales edificios) que hoy en día forman parte de nuestra vida cotidiana y que nos rodean en nuestro deambular por las ciudades. Palacios y catedrales son un buen exponente de cómo la megalomanía de unos nos ha permitido a los demás heredar la belleza de la perfección arquitectónica, transformada en verdadera y excelsa obra maestra.


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