Vivir es un tránsito, un camino en donde todos somos nómadas. Que la travesía merezca la pena, depende de ti.
Mostrando entradas con la etiqueta Cáceres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cáceres. Mostrar todas las entradas

22 de abril de 2013

Mons fragorum

Monfragüe nunca defrauda. En primavera menos. Día tranquilo, de telescopio y prismáticos. De animales grandes como las ciervas de primera hora, y pequeños, como las dáuricas, los pinzones y la curruca. De aves imponentes como el águila imperial o la cigüeña negra, o modestos como los buitres leonados. Otros muchos se fueron sumando a la lista más o menos habitual. Un día perfecto, de buena temperatura y mejor compañía.









4 de marzo de 2013

Extremadura Birdwatching Fair

Hoy lunes podemos ya recapitular lo que ha sido la octava edición de la FIO, la Feria Internacional de Turismo Ornitológico - Extremadura Birdwatching Fair. Con un tiempo muy desapacible -incluso frío-, pudimos ver in situ algunas novedades relacionadas con el material y el equipo, así como escuchar las siempre interesantes experiencias de algunos grandes fotógrafos que, mediante sus ponencias y fotografías, nos animan al resto de los mortales a seguir aprendiendo.

Respecto a la fauna, aunque pasamos mucho tiempo entre stands, conferencias y talleres, algo pudimos ver. Entre lo más destacable, sin duda las imperiales, que nos regalaron sus repetitivos reclamos, acrobáticos flirteos aéreos y algunas persecuciones y escaramuzas con los buitres leonados. El búho real no faltó a la cita, aunque nos lo puso difícil. Halcón peregrino (gracias a mi amigo Juanjo y su telescopio), alimoche y buitre negro completan lo más interesante de entre lo que yo pude observar. Algunos compañeros además, tuvieron la oportunidad de disfrutar de hasta tres nutrias juntas y de la cigüeña negra.

Por mi parte, os dejo dos recortes de sendas instantáneas obtenidas con unas pésimas condiciones de luz en la Portilla del Tiétar, a 400 ISO, 1/1000 sg y a f4, con el 500 mm y la EOS 7D.



Lo mejor, como no podía ser de otra manera, la buena compañía de los amigos, que consiguen que el tiempo a su lado se vuelva siempre escaso y pase volando, como los leonados. También, ¿cómo no?, como en cada edición de la feria, esperamos y disfrutamos los reencuentros con esos colegas de afición que residen en otros puntos, y que nos vamos viendo una vez al año en este mismo evento.

Ya se acabó la feria, pero no importa, en unas semanas la primavera estará exultante en Monfragüe y será el momento de regresar. Esta vez solo a disfrutar del sol, el aire y el vuelo de los pájaros. Nos vemos allí.

16 de febrero de 2013

FIO 2013

Como cada año desde hace ya ocho, tenemos todos los amantes de las aves y de la naturaleza una cita inexcusable en el Parque Nacional de Mornfragüe con la FIO, la Feria Internacional de Turismo Ornitológico - Extremadura Birdwatching Fair. Esta VIII edición dará comienzo el viernes 1 de marzo a las 10:00 a.m. y concluirá el domingo 3 a las 18:00 p.m. Dentro del programa podremos disfrutar el sábado del taller dirigido por el gran fotógrafo de fauna salmantino, y mejor amigo, Óscar González, bajo el título "La técnica del digispcoping con equipos Swarovski", evento patrocinado por esta prestigiosa marca de productos destinados a la observación de fauna.

No puedo por menos dejar de hacer una seria crítica a este prestigioso certamen internacional, pues hay una cuestión que siempre me ha llamado poderosamente la atención y que a mi, personalmente, me desconcierta y desagrada. En mi opinión, el centro de atención de la feria no debería de ningún modo circunscribirse a las aves, y debería ser extensible al resto de seres vivos que pueblan nuestros campos. ¿Alguien acaso, cuando sale al campo, desprecia o descarta mirar a otro tipo de fauna, y se limita de modo premeditado a la observación de aves? Sin duda, la feria sería mucho más completa si tratara sobre el turismo de observación de fauna silvestre de un modo global.

Sea como sea, la asistencia a esta nueva edición de la FIO nos asegura un fin de semana de lo más interesante. Nos vemos allí.






18 de enero de 2013

Piedras...

... ¡quién os ha visto, abrazadas de sonidos familiares y oraciones, y quién os ve, envueltas en silencio y soledad, huérfanas de pasos y murmullos, como costillares pétreos que ya sólo sirven para cobijar nidos, como huesos de un esqueleto agrietado cubierto de humedades y de mohos!

Siglos de historia se leen en estas piedras caídas que un día fueron dintel, dovela, arbotante y arquivolta. Ellas nos hablan. Nos relatan historias de recogimiento y de fe. De luchas y poderes. De ostentación o de sincera devoción. Nos cuentan cosas sobre gente sencilla y anónima, y sobre personajes ilustres con nombres y apellidos petulantes. Gentes que dejaron su impronta en estas piedras que ahora se apoyan sobre el suelo, derrumbadas, desmoronadas por el paso del tiempo, pero sobre todo, arrasadas por la desidia y la desafección. Piedras arruinadas para siempre por nuestra apatía e indiferencia, mucho más dañinas que las propias manecillas del reloj.












9 de enero de 2013

La Terrona



Más de ochocientos inviernos han soportado mis ramas desde que del extremo puntiagudo de una bellota emergiera una pequeña raicilla, de apenas unos milímetros al principio, que creció y penetró en esta misma tierra de la que ahora me alimento y a la que me sujeto fuertemente desde aquel mágico instante. Desde entonces, a ella le devuelvo lo que de ella he obtenido, a fuerza de soltar hojas secas, ramas, bellotas y mi protectora sombra. Más de ochocientos años soportando el sol implacable del verano y las mordientes heladas del invierno. Sequías, nieve, granizo y vientos han intentado doblegarme, sin conseguirlo.

Más de ocho siglos esquivando el hacha y el fuego.

Y lo he logrado. He sobrevivido todo este tiempo y soy una superviviente. Lo sé. Hay quien afirma que soy la más anciana de mi especie en todo el mundo. No sé si es exagerado o no, pero sí soy consciente de que, si lo fuera, sería por que los humanos han sido benévolos conmigo. A ellos les doy las gracias, pues sigo viva después de ver pasar a mi alrededor muchas guerras, penurias y dolor. De hecho, mientras yo germinaba y brotaba en este terruño duro, almohades y cristianos se enfrentaban por estas tierras, tiñéndolas de sufrimiento y sangre, abanderando ambición, religión y poder.

Durante todo este tiempo, mis ramas han servido de refugio a la fauna y por mi, ahora grueso tronco, han trepado cientos de generaciones. Durante toda esta vida mía, a mi alrededor han crecido y desaparecido muchas vidas. Cientos de ellas. Miles de ellas. Decenas de miles. Seres diminutos, a veces, como los insectos que pueblan las arrugas de mi piel, o los ratoncillos que acumulan mis bellotas en sus despensas. Otras fueron seres grandes que han buscado la sombra de mis ramas. O rapaces y otras aves que han anidado o descansado en mi copa.

Muchas más vidas veré nacer y apagarse antes de morir yo misma y fundirme con la tierra que me vio nacer, hace ya tanto tiempo. Ya estoy mayor y los seres humanos han apoyado mis cansados brazos sobre grandes bastones de acero, para que mi propio peso no me hinque de rodillas. No sé si esto es bueno o no, los tiempos cambian y estoy un poco sorprendida y abrumada, pues nunca me han mimado así. Yo, mientras tanto, los veo a ellos venir a observarme en un número cada vez mayor. Hay quien se sienta enfrente y me observa durante largo rato, y también quien me habla. Los hay que incluso buscan conservar una parte de mi esencia y recogen bellotas bajo mis ramas con el deseo de que una de ellas germine. Las siembran y esperan con ansiedad que una raicilla, de apenas unos milímetros al principio, crezca y penetre en el suelo, al que se sujetará firmemente en el que, sin duda, será un instante mágico. Como siempre.

Una raicilla chiquitilla saliendo del extremo puntiagudo de una simple bellota. He aquí la magia de la vida. La misma que a mi me permitió nacer hace más de ochocientos largos años.

1 de agosto de 2012

Montañismo infantil: Gredos

Como ya había amenazado en la entrada del 7 de enero -Amar Gredos-, ya se puede adquirir en las librerías de toda España la nueva guía de montañismo infantil publicada por Ediciones Desnivel, y titulada Sierra de Gredos con Niños, 25 Excursiones. Para algunos de vosotros no será novedad pues apareció en los escaparates a principios de verano, justo cuando la familia y un servidor iniciábamos un largo periplo veraniego por los Pirineos. Es más, varios de vosotros ya habéis hecho publicidad de la guía entre vuestros contactos hace tiempo -algo que os agradezco mucho y muy sinceramente-, mucho antes incluso de que nosotros tuviéramos la oportunidad de sujetar entre las manos un ejemplar impreso. De regreso ya en mi estudio, me pongo manos a la obra para presentarla a través de Cuaderno de un Nómada. Esta guía, que en realidad es la cuarta publicación de la que soy autor, tanto de texto como de fotos, viene a sumarse así a la publicada hace 2 años sobre la misma temática y con un ámbito geográfico circunscrito a los Picos de Europa (de esta otra guía publicaré algo en la siguiente entrada del blog para aquellos que no la conozcan). Se me acumulan los quehaceres. De momento os dejo veinte pinceladas de lo que fue el trabajo de campo. Si os gusta Gredos tanto como me gusta a mi, siempre habrá rincones por descubrir.





















3 de mayo de 2012

Siguiendo las nubes, buscando recuerdos

Una persona que yo conocía insistía en que ella no necesitaba tomar fotografías porque todo lo que mereciera la pena ser recordado lo guardaba en su cabeza.

Yo, mientras persigo la luz y sigo las nubes, voy buscando lo que serán mis recuerdos en el futuro. A cada disparo guardado, me enriquezco en imágenes que son retazos de historias, momentos fugaces como flashazos de mi vida.

¿Cómo recordar, si no, la luz?, ¿cómo hacerlo con el tono de un color?, ¿con un cielo, con una nube?. ¿Cómo recordar de otra forma un paisaje cuajado de nubarrones caprichosos y cambiantes?. ¿Cómo recordar un instante?. ¿Y como no olvidar otros muchos?

Una fotografía es la llave que abre tu memoria cuando buscas recuerdos de tu vida en los que algo más formó parte de ti, quizás una luz o el tono de un color. A través de las fotografías conectas con tu pasado y con lo que viste. Pero también con lo que fuiste.

La semana pasada me preguntaban cuál era mi posesión más preciada. Yo les respondía que mis álbums de fotos, en ellos guardo mis recuerdos y a través de sus transparencias enmarcadas recupero esos instantes efímeros de mi pasado.

Recupero lo imposible, la luz.

Castillo de Belvis de Monroy. Cáceres.

Faro de Saint Mathiu, en la Bretaña francesa.

Castillo de Chambord. Valle del Loira. Francia.

Palacio de Versalles. Francia.

Ermita del Viso. Monterrubio de la Armuña. Salamanca.

Alpes de las Dolomitas. Italia.

Valdesangil. Sierra de Béjar. Salamanca.

Encinar en La Orbada. Salamanca.

Dehesa de robles en Herguijuela del Campo. Salamanca.

Antiguas fincas anegadas por el embalse de La Almendra. Monleras. Salamanca.

Campos de cereales en Villares de la Reina. Salamanca.

Cortinas de agua de una tormenta veraniega en Carpiobernardo. Salamanca.


Arcoiris en la comarca de La Armuña. Salamanca.